jueves, 20 de noviembre de 2008

¿Quién diria?

¿Quién diría? Ahora yo tengo mis propio conceptos del Arte de la Muerte y del Arte de la Vida.

¿Será una tarea?

¿Debí escribir en una hoja -que después se tornará amarillenta y quebradiza- mis reflexiones al respecto?

Creo que lo hice.

De cualquier forma existen muchos caminos para hacer llegar un mensaje, un saludito, un beso, un guiño.

El arte de la vida esta en vivirla. Punto. A cada quién le toca su cachito. ¿No dice nada? ¿Suena obvio? ¿Estúpido? Piensen dos veces. Créanme que lo digo por algo.

Pero los comprendo. Comprendo las dudas. Tomando en cuenta como vivimos.Y como vamos por la vida desilucionándonos cada vez mas del mundo de la gente, de los humanos y sus sociedades. Perdiendo y gastándonos. Aprendemos que se esta solo en los momentos más importantes, los mas cruciales. Y un día (cualquier día es bueno) nos vamos del mundo conocido.
Sabemos que un día vamos a perder. Que nos dejaran solos, que de hecho alguien empujara los eventos, alguien moverá los putos hilos.
Lo vemos como algo brutal e inminente, no es solo paranoia. Un día caerá el martillo -de los dioses- sobre nosotros. Por eso nos sabemos solos y a nuestra suerte. Que la necedad de creerse especial es una vanidad refleja del ser humano cegado; confiado en la mierda, en polvo; confiados y aferrados tan solo en el polvo de una mierda seca que se hace tierra. Perder o ganar.

Y marcharemos temerosos y fascinados, como cuando nacimos. Por que nos quitaron el boleto que nos daba derecho a este viaje.

Pero intentamos vivir, aunque nuestras acciones nos arrojen casi siempre de cabeza al duro cemento, algo nos mueve. Nos movemos mientras podemos hacerlo. Sabemos que un día perderemos la capacidad de estar aquí físicamente. Que alguien o algo(un bicho en la sangre, un vil matón, un asesino egoísta, desalmado)nos apagaran. Que nos iremos solos -pero que no estaremos solos precisamente, que no hay soledad total-

Y nos vamos, ante la confusión y el pasmo de algunos.

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