viernes, 20 de agosto de 2010

Memorias, algunas que no son del todo mías.


Y yo-si, otra vez "yo", otro recuerdo del "yo"-, siendo aún un niño, entraba a hurtadillas a la habitación de mi tío. Y observaba esos posters que invadían las paredes. Recuerdo, por ejemplo, el cartel de la película Tiburón-con el dichoso "Jaws", el tiburón blanco asesino "psicópata y serial", a punto de morder a una chica que nadaba plácidamente, ajena al peligro-; un recorte de una caricatura de los super-machos de Rius sujeto con tachuelas en la puerta de entrada al cuarto; una calcomanía de una flor hippie pegada en la cabecera de la cama -la historia: la enorme cama de madera había pertenecido a una prima mayor de mi tío,o sea mi tía,algo hippie, que en cuanto se casó, donó su elegante cama al tío Raúl-; e imponentes posters: de Led Zeppelin en pleno, juntó a un Alice Cooper gritón y maquillado, y una hermosa modelo con el cabello rojo y ensortijado.

Mi tío en esa etapa se había mudado a otro lugar, con su novia, a una casa cerca de la playa. Ocasionalmente regresaba al hogar paterno en el D.F. para discutir con la abuela y los tíos, ver a su novia del D.F., y hacer divertidas fiestas,donde hasta yo llegue a asistir siendo aún un mocoso, a pesar de lo alocadas que eran estas reuniones ¿como se me permitía estar ahí?, no lo se.

Otra cosa que me gustaba de su habitación, es que podía tocar las cuerdas de su guitarra eléctrica. Que por respeto, siempre devolvía prontamente a su estuche. Era una guitarra Gibson Les Paul, que mi tío trajo de Estados Unidos, y que pudo comprar con dinero de sus primeros y jugosos sueldos. El tío Raúl hacia sonar esa guitarra con acordes, riffs y bends al más puro estilo de Jimmy Page; una vez se encerró un viernes en la noche en su cuarto y tocó el solo de "Whole Lotta Love" hasta que lo perfeccionó; el domingo en la mañana el solo seguía sonando incesantemente, pero nadie se quejó, por que sonaba perfecto y con un feeling rabioso y elegante a la vez, un homenaje a Jimmy Page. Lo escuchábamos todos ahí, reverberando por toda la casa, entre fascinados y condescendientes, por que sabíamos que tendríamos al tío Raúl entre nosotros poco tiempo, pues tenía que marchar al trabajo en la costa del país. Así que esos recuerdos se incrustaron en mí, por su singularidad y buenos momentos.

Mi otro tío-menor que el- y yo éramos sus discípulos; pasábamos las tardes siendo aleccionados en cuanto al Rock, a base de intensas y fructíferas sesiones al lado del toca discos. Sus ocho bocinas parecían muebles cuya función principal era estremecer las paredes y las cosas de esa habitación.

Mi tío, el rockero irredento, se asemejaba, a pesar de sus veintitantos años,a un viejo sabio, una alma vieja que tenía todas las respuestas del mundo, y que por lo mismo permanecía imperturbable, rodeado solo de música y de sus sueños. Tan comprometido en su misión, que ni siquiera su demandante trabajo apartado de su lugar de origen lo hacían olvidar la importancia que la música ocupaba en su vida.No era un simple hobbie,
nadie que tocara como el,a ese nivel,se tomaba esto como un puto hobbie

Las guitarras Gibson Les Paul sin duda suenan muy bién, tienen un sonido brillante, ya clásico; parecen una buena bestia que ha logrado ser domada para dar los mejores resultados de una fusión entre instrumento y ejecutante.

-Escucho chillar a lo lejos una guitarra...si....parecen las notas del solo de Page, de ese desenfrenado "interludio" de "Whole Lotta Love".
Y entonces me vienen recuerdos...memorias, algunas que no son del todo mías.-

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